SOCIEDAD › UN OFICIAL DE LA FEDERAL FUE ASESINADO POR EL AMANTE DE SU MUJER

El triángulo que fue fatal

Una mujer denunció en La Matanza la supuesta desaparición de un oficial, pero luego confesó que el hombre fue asesinado por su otra pareja. El cadáver fue tirado en Cañuelas e incendiado. La esposa y su amante fueron detenidos.

Su esposa fue quien denunció la desaparición el pasado lunes. Pero ayer la mujer terminó por admitir ante los investigadores dónde se encontraba el cuerpo de su esposo y que el culpable del ataque era el amante de ella. “Ella indicó en forma espontánea cómo esclarecer el hecho”, expresó el comisario inspector Néstor Rago. Luego de la confesión, la víctima, un oficial principal de la Policía Federal, fue encontrado asesinado de un balazo en la cabeza y calcinado al costado de la ruta 6, en la localidad bonaerense de Cañuelas. Tanto la mujer como su amante se encuentran detenidos.

La investigación por la desaparición del policía Carlos Clemente Iparraguirre, de 40 años, fue iniciada el pasado lunes tras la denuncia de su propia esposa, Alejandra Lucero, de 35, en la seccional de Villa Dorrego, en el barrio Los Ceibos, partido de La Matanza, donde la pareja vivía con sus tres hijos.

Luego de varias horas de búsqueda e investigación, los dichos contradictorios de la mujer comenzaron a ponerse en evidencia. A medida que pasaba el tiempo, la policía se convencía cada vez más de que el oficial había sido víctima de un episodio de motivaciones pasionales. Es que los detalles de la vida matrimonial de Iparraguirre y Lucero comenzaron a llamar la atención de los investigadores. Entre otros, por ejemplo, que la pareja convivía en la misma casa pero dormía en habitaciones distintas y que la mujer tenía una relación sentimental con un vecino, de 25 años. Según lo que informó Lucero, muchas veces su esposo dormía en un cuarto, mientras ella lo hacía con su vecino en un sofá del living, ya que sus tres hijos estaban en la casa de un tío.

De acuerdo con el relato de cómo sucedieron los hechos, Lucero explicó a la policía que en un momento su amante entró en la habitación donde descansaba su esposo y lo ejecutó de un tiro en la cabeza mientras dormía. Luego, el cuerpo del hombre fue cargado en un auto Renault 9 de un familiar de ella y llevado hasta el kilómetro 67 de la ruta 6, cerca de Cañuelas, donde fue abandonado en los pastizales. Si bien la mujer aseguró que ella no participó del crimen, admitió que sí actuó como cómplice en la etapa de ocultamiento.

La situación matrimonial del policía era desde hace tiempo “compleja” y según los testigos, el mismo hombre sospechaba y temía que algo le podía suceder porque dormía con su pistola reglamentaria encima, según reveló un vocero de la seccional.

Cuando la mujer radicó la denuncia el lunes pasado, había dicho que su marido se hallaba desaparecido desde la madrugada del sábado, cuando salió rumbo a la casa de sus padres y nunca más se supo de él. Según su primer relato, Iparraguirre no contestaba sus llamados al celular. Para acompañarla en la búsqueda de su esposo, el lunes a la tarde, un grupo de la seccional 35, donde trabajaba el hombre, fue a la casa de la pareja con intenciones de darle contención.

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Imagen: Télam
 
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