El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime afirmó ayer que las acusaciones en su contra son una “persecución política” al ser indagado por el juez federal Sebastián Ramos en una causa que investiga irregularidades en la adjudicación de la explotación de la terminal de ómnibus de Retiro. Jaime, que permanece detenido bajo prisión preventiva, fue trasladado desde Ezeiza hasta el despacho del juez Ramos en Comodoro Py, donde hizo una breve introducción oral, entregó un escrito pero se negó a responder preguntas. Ante el magistrado, dijo que la causa que se le sigue por irregularidades en la concesión de Retiro forma parte de una “persecución política”. El ex funcionario está acusado de haber prorrogado de manera irregular la concesión a la empresa Terminal de Buenos Aires, del empresario Néstor Otero, también imputado en la causa. Jaime y Otero fueron condenados ya por el delito de “aceptación de dádivas” a raíz de haberse comprobado que el empresario pagó alquileres de un departamento al entonces funcionario. Jaime quedó preso en otra causa a cargo del juez federal Ercolini por la compra de trenes y repuestos inservibles a España y Portugal. Además, fue condenado a seis años de prisión por la tragedia del tren de Once, un fallo que está bajo revisión de la Cámara Federal de Casación.