La Iglesia católica se hizo eco de las declaraciones del senador peronista Miguel Angel Pichetto y expresó ayer su repudio a las manifestaciones públicas discriminatorias y xenófobas contra los migrantes y recordó que el Papa advirtió en mayo que “migrar no es un delito, sino una llamada a un mayor compromiso”. “Creemos que cada ciudadano y, mucho más, cada funcionario público y dirigente de la sociedad, debería ser quien vele por el respeto de la dignidad de todos los habitantes de la República Argentina y de la Constitución Nacional, evitando palabras que alienten posiciones discriminatorias y xenófobas”, señaló en un comunicado la Comisión Episcopal de Migraciones y Turismo.