ECONOMíA › EL BANCO CENTRAL FACILITA LA BICICLETA FINANCIERA CON TASAS DE INTERES ELEVADAS Y DOLAR ADORMECIDO

El efecto bola de nieve de Sturzenegger

La emisión de Letras del Banco Central a tasas del 38 por ciento anual tiene un inmenso costo por el pago de intereses. Como mínimo sumará unos 200 mil millones de pesos en el año, más del doble que el derivado de las controvertidas operaciones del dólar futuro.

 Por Alfredo Zaiat

El monto de intereses ya pagados y a pagar por el Banco Central hasta fin de año, si se mantiene el actual stock de los papeles de deuda que emite la entidad monetaria denominados Lebac, suma unos 200 mil millones de pesos. Ese monto puede seguir en ascenso con la renovación al vencimiento y la colocación adicional de ese tipo de deuda. El costo de los contratos de dólar futuro provocado por la megadevaluación de Macri asciende de 60 a 70 mil millones de pesos. La estrategia oficial de fuerte suba de la tasa de interés y absorción de pesos vía emisión de deuda de muy corto plazo más que duplica la carga por esa operación financiera que fue convertida en una insólita causa judicial por dirigentes políticos que hasta el 9 de diciembre del año pasado eran oposición y hoy son gobierno, por medios de comunicación obsesionados con el kirchnerismo y por el desvarío de un juez. Los beneficiarios de las Lebac con tasas altísimas son los mismos sujetos económicos que participaron de los contratos a futuro del dólar: bancos y grandes empresas. Con las Lebac además son cada vez más los inversores particulares que no quieren perder la posibilidad de subirse al atractivo negocio financiero ofrecido por el Banco Central conducido por Federico Sturzenegger.

Las Letras del Banco Central (Lebac) son papeles de deuda que tienen el objetivo de regular la liquidez (dinero en circulación) en la economía. La tasa de interés que se define en las licitaciones semanales busca desalentar la compra de dólares impulsando la inversión financiera en pesos. Otro objetivo es el de retirar pesos del mercado para cumplir con el mandato de la ortodoxia que ordena que la emisión monetaria es la causante de la inflación. Ese postulado no se estaría verificando en la práctica según la evolución de los precios en estos meses. En el período de contracción monetaria desplegado en la gestión Sturzenegger, la tasa de inflación más que se duplicó respecto a la de octubre pasado.

El actual stock de Lebac suma 452 mil millones de pesos. La evolución de pagos de intereses está creciendo en forma veloz. Durante todo el año pasado el BCRA abonó 68 mil millones de pesos por esa cuenta; en tres meses y medio de este año ya desembolsó 44 mil millones. La proyección sin sumar más Lebac y renovando las existentes es de un total de intereses por 200 mil millones de pesos (equivalente a 13.300 millones de dólares, al actual tipo de cambio), suma corroborada por el periodista Federico Kucher en base a información del Banco Central y aportes de especialistas en finanzas de la city. Es un monto de mínima teniendo en cuenta la estrategia que hizo explícita el directorio del Central: seguirá emitiendo esos papeles y a tasas altas hasta que descienda la inflación. Así lo explicó en un reciente comunicado informando que “las acciones contractivas del BCRA buscan afectar la dinámica inflacionaria subyacente, con el objetivo de arribar a tasas decrecientes de inflación una vez que el reordenamiento de precios relativos se complete” y que “relajará su postura monetaria solamente cuando perciba que la tasa de inflación se encuentra en un nivel significativamente más bajo y en descenso”. Como las previsiones inflacionarias en los próximos meses no son en esa dirección, el Central entonces mantendrá elevada la tasa de interés y seguirá absorbiendo pesos de la economía vía la emisión de más Lebac.

La cuenta

Desde su despacho decorado con merchandising de Star Wars (la seguridad del organismos público no le permitió dejar un muñeco de tamaño natural de uno de los protagonistas de La guerra de las galaxias), el titular del Central facilita el escenario para desarrollar una extraordinaria bicicleta financiera estableciendo una tasa de interés del 38 por ciento anual de las Lebac. El muy fuerte aumento en la cantidad de Lebac y de la tasa de interés se desplegó además con un inquietante acortamiento de los plazos de vencimiento de esos papeles de deuda. En octubre pasado, el plazo promedio del stock de Lebac era de 196 días, mientras que en marzo descendió a 46. Esto significa una mayor presión sobre el Banco Central al momento de la renovación, entregando de ese modo a las entidades financieras una potente arma de exigencia sobre la definición del nivel de la tasa de interés. El último informe de FIDE lo advierte: “El Banco Central, con su esterilización record, elevados vencimientos a muy corto plazo, ventas en el mercado de futuros, está generando un mecanismo peligroso, con enorme poder coercitivo y desestabilizador por parte de un conjunto reducido de actores del sistema financiero y de grandes empresas”.

La gestión Sturzenegger está generando un costo inmenso para el balance del Banco Central, que tiene en contrapartida ganancias inmensas para el sistema financiero. La tasa de interés que está pagando devenga más de 230 millones de pesos diarios, y la tendencia es creciente. Los balances de los bancos van a seguir contabilizar utilidades extraordinarias por el negocio con las Lebac y por la megadevaluación de Macri. Por esto último, en diciembre y enero registraron una ganancia de casi 8000 millones de pesos.

La cuenta que ya acumula Sturzenegger en el Banco Central es impactante:

- Además de la mencionada ganancia entregada a los bancos, la megadevaluación de Macri habilitó el pago de 60 a 70 mil millones de pesos por contratos de dólar futuro. La diferencia en pesos entre el valor pactado en la gestión anterior y la cotización al final del contrato es responsabilidad política de quienes dispusieron el fuerte ajuste del tipo de cambio. Fue la actual gestión del BCRA y el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, que festejando la liberalización del mercado de cambio permitieron una suba de 9,70 a 13,50 pesos de la cotización del dólar. Ese salto gatilló el pago en pesos de los contratos del dólar futuro.

- La emisión de Lebac a tasas altas sumará pagos de intereses por unos 200 mil millones de pesos a lo largo de este año. Aquí también la responsabilidad política de este veloz endeudamiento en pesos es del actual gobierno. Para contener el dólar que liberaron subieron muy fuerte la tasa de interés. ¿Esto será lo que califican de éxito de la salida del denominado “cepo”?

- El préstamo contingente para sumar reservas de 5000 millones de dólares, con vencimiento a fin de año, entregando en garantía bonos por 10 mil millones de dólares tiene un costo de unos 300 millones de dólares (equivalentes hoy a 4500 millones de pesos). Transacción que tuvo como bancos líderes al JP Morgan y Deutsche Bank, ex empleadores de la actual conducción económica.

Ninguna de esas operaciones con saldo desfavorable para las cuentas del Banco Central son judiciables. Sólo el desatino de quienes cultivan la ignorancia puede considerar que son motivos de apertura de una causa judicial. Sí, en cambio, son decisiones políticas con elevados costos económicos y financieros.

Pedalear

Es un interesante ejercicio seguir los análisis de economistas de la ortodoxia que han empezado a inquietarse por el crecimiento del stock de las Lebac y los intereses a pagar. Encerrados en su laberinto conceptual colisionan sus postulados teóricos con la realidad. Prometen reducir la inflación secando la plaza de pesos pero a la vez generan un déficit cuasi fiscal (desequilibrio del Banco Central) que genera expansión monetaria. Aseguran que no les preocupa el valor del tipo de cambio puesto que lo debe definir el mercado pero elevan sustancialmente la tasa de interés para desalentar la compra de dólares. Mientras transita en la gestión con sus contradicciones entre la teoría y la realidad, Sturzenegger y equipo van construyendo un escenario muy perturbador de la estabilidad financiera y cambiaria. Siguiente el dogma de la ortodoxa, que es el dominante de la presente gestión económica, irrumpe luces amarillas en materia inflacionaria por el peligro de una desbordada expansión monetaria futura debido a la emisión de Lebac a tasas altas. El monto de esos pasivos más los intereses proyectados equivalen hoy a poco más que el total de la base monetaria.

La bola de nieve de las Lebac está creciendo semana a semana en cada una de las licitaciones de los martes. Esa masa de pesos creciente alimentada por tasas de interés del 38 por ciento anual se puede convertir en una potente presión sobre el tipo de cambio. La invitación a la bicicleta financiera dólar-tasas en pesos-dólar fue aceptada por grandes operadores del mercado, incluso por no pocos inversores particulares.

En las últimas convocatorias a suscribir Lebac se verificó una mayor presencia de ofertas de personas que en lugar de constituir plazos fijos solicitan a través de su entidad financiera comprar los documentos emitidos por el Banco Central. El plazo fijo a 30 días está devengando una tasa de interés mínima del 22,5 (Citibank) hasta un máximo del 29,0 por ciento (HSBC), mientras que las Lebac del BCRA, el 38 por ciento. Casi 13 mil ofertas de inversores particulares se presentaron en las últimas licitaciones por unos 12.500 millones de pesos en total. Estos ahorristas buscaron eludir el negocio fácil que hacen los bancos con su dinero: tomar los fondos pagando a plazo una tasa del 22 al 29 por ciento y ese mismo dinero prestarlo al Banco Central cobrando 38 por ciento. Con las Lebac se evita esa intermediación y reciben una renta más atractiva.

Tasas de interés elevadas que mantiene la cotización del dólar adormecida abona el terreno para una tradicional bicicleta financiera. En forma lineal, esa especulación ofrece una ganancia mensual del 3 por ciento en dólares. Es una renta impactante que desplaza a Brasil como el mercado que ofrece la tasa de interés en dólares doméstica más alta a nivel mundial. Quienes ingresan en esa bicicleta pueden esperar el vencimiento de las Lebac y apostar a que el dólar no suba, o para asegurarse esa renta concretar una cobertura cambiaria mediante contratos a futuro. Esto último es lo que están haciendo muchos grandes financistas. Esa transacción les permite conseguir un rendimiento del 20 por ciento anual en dólares, descontando comisiones varias. El contrato a futuro les asegura la cotización del dólar y así pueden concretar con mayor probabilidad la ganancia de la bicicleta financiera.

En marzo, cuando se registró un salto considerable de emisión de Lebac, se concretaron a la vez operaciones de cobertura cambiaria por un monto record histórico en el Rofex –principal plaza de negociación de futuros y opciones–. Se contabilizaron 12,5 millones de contratos, 106 por ciento más que en marzo de 2015, cuando no existían estas condiciones para desplegar la bicicleta financiera. Esa cantidad de contratos a futuro fue superior en 4 por ciento por ciento a la de octubre pasado, cuando había aumentado la especulación acerca de una fuerte devaluación, que finalmente concretó el gobierno de Macri.

La política monetaria y cambiaria del Banco Central está teniendo muy elevados costos en materia financiera, además de impactar negativamente en el nivel de actividad. Proyecta también presiones sobre el mercado de cambio. La bola de nieve rodará hasta el momento que quienes están especulando con las Lebac a tasas altas quieran realizar las ganancias en dólares de esta bicicleta financiera.

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La bicicleta financiera facilitada por el BCRA permite ganancias de hasta el 20 por ciento en dólares.
 
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