ECONOMíA › EL IPC-NU SUBIó 1,1 POR CIENTO EN ABRIL Y ACUMULA UNA VARIACIóN DE 4,8 POR CIENTO EN LO QUE VA DEL AñO

Estabilidad en el movimiento de precios

La desaceleración de la inflación tiene su origen en la caída de los precios internacionales de insumos difundidos, como acero, aluminio y petroquímica, el control sobre el mercado cambiario y un mercado interno que no convalida subas desmedidas.

El índice de precios al consumidor nacional (IPC-Nu) que mide el Indec registró en abril una suba de 1,1 por ciento frente al mes anterior, que representa un alza de 15,8 por ciento en la comparación anual. El rubro que más traccionó el avance fue educación, por las cuotas de los colegios, seguido por indumentaria y vivienda, y servicios básicos, donde impactó la modificación en el esquema de subsidios a la garrafa. El nivel general de precios en abril resultó un 4,8 por ciento superior al de diciembre.

Según los datos oficiales, la inflación está desde el último trimestre de 2014 en un promedio de 1,12 por ciento mensual, por debajo de la variación que tuvo lugar durante la mayor parte del año pasado, que estuvo muy afectado en materia de precios por la devaluación del verano. La última variación mensual (de abril frente a marzo) fue de 1,1 por ciento, contra 1,32 de marzo, 0,93 de febrero, 1,13 en enero y 1,00; 1,13 y 1,24 por ciento en diciembre, noviembre y octubre, respectivamente. Si se toma como medición alternativa la del economista Miguel Bein, que trabaja en el equipo de Daniel Scioli, la suba de abril fue de 1,5 por ciento y el promedio desde octubre del año pasado, de 1,59 por ciento mensual.

El Gobierno sostiene su hipótesis de estabilidad en la variación de los precios para los próximos meses en función de tres factores. El primero tiene que ver con los precios internacionales de insumos difundidos, como el acero, el aluminio y la petroquímica, que están en baja. Eso implica que sobre la estructura de costos no existe presión como la que hubo desde 2006/2007, cuando todos los commodities subían. En segundo lugar, está la relativa quietud cambiaria, a partir de la mejora en las reservas del Banco Central. En tercer término, el mercado interno no convalida demasiados aumentos, es decir que las modificaciones de precios tienen más incidencia negativa sobre las ventas que hace algunos años.

De la vereda de enfrente se observan dos puntos que pueden acelerar los precios. En primer lugar, el resultado de las negociaciones paritarias. A pesar de que el componente salarial es apenas una parte del costo total, tiene incidencia en las expectativas y los empresarios aprovechan la oportunidad para remarcar precios. Por otro lado, están las potenciales maniobras especulativas de grupos económicos que intenten embarrar el escenario electoral, algo que el Gobierno ya analiza con atención.

En abril, el rubro que más creció frente al mes anterior fue educación, un 3 por ciento, por la suba de la cuota de los colegios privados, como por ejemplo los de la Ciudad de Buenos Aires, que se decidió en abril y fue retroactiva a marzo. Otro rubro que creció arriba del promedio fue indumentaria, con el 2,2 por ciento. La ropa lo hizo en un 2,4 por ciento, al igual que calzado. Vivienda y servicios básicos creció 1,8 por ciento, por el avance de 15,8 por ciento en combustible para la vivienda. Ese salto se explica por el impacto sobre el precio final de las garrafas del Plan Hogar, lanzado a principios de abril. El programa redirigió subsidios desde las empresas hacia los consumidores. Se modificó el precio sugerido de 16 pesos (que nadie cumplía) por un tope de 97 pesos, que también generó problemas de incumplimiento, algo sobre lo que trabaja Comercio.

En el rubro de alimentos, los precios crecieron un 1 por ciento, menos que la media de la economía. Se destacó la suba de pescados frescos y congelados, verduras frescas y congeladas, caramelos, golosinas y cacao, sal y especias, aderezos, sopas y caldos concentrados y polvos para postres. En cambio, se movieron menos que el promedio del rubro productos de panificación, harina, arroz y otros cereales, fideos, pastas y masas crudas, carne vacuna, huevos, empanadas, pizzas y otras comidas para llevar. Entre las bebidas, las gaseosas subieron 1,3 por ciento; los jugos y refrescos, 1,2; el agua envasada, 2,1; la cerveza, 1,9; y el vino, 1,2.

Registraron relativa estabilidad de precios transporte (0,8 por ciento), comunicaciones (0,8), productos medicinales y accesorios terapéuticos (0,2), servicios para la salud (0,5). Otros capítulos bajaron, como turismo (-1,6) y equipos, conexiones y servicios de audio, TV y computación (-0,1). En equipamiento del hogar la suba fue de 0,8 por impulso de los textiles para el hogar, mientras que mantenimiento del hogar fue traccionado por servicios para el hogar (2,9). Los diarios, revistas y libros avanzaron 1,6, mientras que juguetes y artículos para deporte, 0,6 por ciento.

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En el rubro de alimentos, los precios crecieron un uno por ciento, menos que la media de la economía.
Imagen: Sandra Cartasso
 
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