El 14 de noviembre de 1976, Diego Armando Maradona comenzó a inscribir su nombre en el mundo. Con 16 años recién cumplidos marcaba su primer gol oficial y tres minutos después hacía otro. Carlos Alvarez anotó los otros tres tantos de Argentinos en la victoria 5-2 sobre San Lorenzo de Mar del Plata en el estadio General San Martín, que ya no existe y en su lugar hay un supermercado. Hace once años moría Rubén Alberto Lucangioli, el arquero que lo padeció ese día. Fueron los dos primeros tantos de los 380 que hizo asombrando al mundo. El magno acontecimiento no tiene registro fílmico en la web.
El país estaba bajo la dictadura militar y era fecha interzonal del Torneo Nacional. Boca vencía 2-0 a River en el Monumental. Y en Mar del Plata, en el estadio de la avenida Champagnat, el San Lorenzo local recibía a Argentinos. Poco más de mil personas presenciaron el partido. El discreto primer tiempo finalizó 1-1. Pero todo cambió con el ingreso de un “pibito” con la camiseta 15 que había tenido su debut en Primera días atrás ante Talleres. En esta oportunidad, el DT Jorge Enrico lo hizo entrar por Rubén Giordano. Y no decepcionó: fue indetenible para los jugadores marplatenses, participó en el 2-1 convertido por Alvarez, metió un cabezazo en el travesaño y cerró su brillante actuación con dos goles, el primero a 3 del final luego de eludir a un defensor y tocar de zurda, y el segundo, en el minuto 90, tras recibir un centro y colocar la pelota al palo derecho, por encima del arquero Lucangioli. 
Tres días después, el colega Horacio Pagani le hizo una entrevista.
–¿Cómo anduviste en Mar del Plata?
–Creo que bien. Hice dos goles y metí un caño.
–¿Cómo? ¿Contás los caños?
–En Primera sí, porque llevo pocos partidos... 
Así, con ese desparpajo, hace 40 años se iniciaba la leyenda.