La danesa Caroline Wozniacki se quedó con el Abierto de Australia –el primer título Grand Slam de su carrera– tras vencer en la final a la rumana Simona Halep, a quien además le arrebató la cima del ranking mundial. Luego de caer en las finales del Abierto de Estados Unidos de 2009 y 2014, Wozniacki celebró el mayor éxito de su carrera con una victoria por 7-6 (7-1), 3-6, 6-4 a lo largo de dos horas y 49 minutos de batalla sobre la máxima favorita en Melbourne.

De esta manera, la danesa recuperará mañana el trono que ocupó por última vez el 29 de enero de 2012, exactamente hace seis años. Para Halep, queda el sabor amargo de seguir sin poder ganar un Grand Slam después de las caídas en las finales de Roland Garros 2014 y 2017.

“Déjenme un segundo que abrace a Daphne (el trofeo Daphne Akhurst Memorial Cup). He soñado durante muchos años con esto. Estar aquí ahora es un sueño hecho realidad”, dijo en la ceremonia de premiación la danesa con una mezcla de emoción y de su habitual picardía.

A sus 27 años, Wozniacki vuelve a lo más alto después de haber brillado en sus primeros años en el circuito –llegó a ser 67 semanas consecutivas la número uno– y de haber pasado en las últimas temporadas momentos duros en lo deportivo y lo personal. Su separación con el golfista norirlandés Rory McIlroy, que la dejó cuando ya estaban cursadas las invitaciones para la boda, la llevó a las portadas de las revistas del corazón. La tenista, comprometida ahora con el recién retirado jugador de baloncesto David Lee, logró sin embargo salir adelante en todo sentido. “Hoy por la mañana estaba tan nerviosa. Gracias por estar aquí conmigo y compartir este momento conmigo”, dijo a su pareja.

Wozniacki ya había dado muestras de que estaba regresando a los primeros planos al hacerse a fines del año pasado con el Masters de Singapur, y terminar la temporada en el tercer lugar del ranking. Ahora sumó el vigésimo octavo título de su carrera, siendo el más importante de todos ellos. Lo hizo, además, después de haber estado a un paso de la eliminación en la segunda ronda, cuando salvó dos puntos de partido y una desventaja de 5-1 en el set decisivo ante la croata Jana Fett.

Para Halep, de 26 años, queda el golpe de otra final perdida. “Tengo muchos años por delante y espero tener otra oportunidad. No pudo ser en la tercera (final de Grand Slam), pero tal vez en la cuarta vez tenga suerte”, señaló la rumana.

En cuanto al desarrollo del partido, ambas ofrecieron un espectáculo de buen nivel y mucha intensidad en la Rod Laver. Wozniacki quebró pronto para adelantarse 3-0 y luego 5-2. Sin embargo, a la hora de servir para el set brindó las primeras oportunidades con su servicio y Halep las aprovechó. Llegaron así al tie break, donde Wozniacki volvió a desequilibrar para llevarse el primer set.

Si bien el partido se disputó entrando la noche, las altas temperaturas y sobre todo la humedad se seguían sintiendo durante la final. Halep pidió incluso asistencia para tomarse la presión en el segundo capítulo. Poco después, sin embargo, la rumana lograba quebrar para ganar el set e igualar el partido. La jueza dispuso entonces una pausa de diez minutos debido al calor (29 grados), causando sorpresa por su decisión, ya que durante el torneo llegaron a registrarse 39 grados sin que se parara la acción.

Al regreso, ambas jugadoras disputaron un tercer set que fue, como se esperaba, una montaña rusa. Wozniacki se adelantó 3-1, pero Halep se recuperó. Sin embargo, la danesa dio vuelta el encuentro y aprovechó su primer match point para celebrar.