El croata Marin Cilic cumplió ayer con su condición de favorito ante el británico Kyle Edmund para convertirse en el primer finalista del Abierto de tenis de Australia, donde aguarda en la definición del domingo por el suizo Roger Federer o el surcoreano Hyeon Chung, que se enfrentan esta madrugada (cerca de las 5.30) por el otro pasaje a la final. El sexto favorito en Melbourne impuso su mayor jerarquía y experiencia para vencer por 6-2, 7-6 (4) y 6-2 y alcanzar así su tercera final de Grand Slam. El croata, que en cuartos dejó en el camino a un lesionado Rafael Nadal, irá en busca de su segundo título grande después de ganar el US Open 2014 y caer en la final de Wimbledon 2017 ante Federer.

El gigante de 1,96 metros de altura no tuvo demasiados problemas para batir a un Edmund algo superado por la situación. El británico, de 23 años y 49 del ranking, nunca había llegado tan lejos en un Grand Slam y hasta este año apenas había ganado un encuentro en el cuadro principal de Australia.

Con algunos problemas físicos y desenfocado por una discusión con el umpire, Edmund cometió 35 errores no forzados y no pudo desplegar la potencia que le permitió dejar en el camino al búlgaro Grigor Dimitrov. Además, se encontró con un Cilic que sigue encendido después de su triunfo ante Nadal y no cedió ni una vez su servicio.

Tras un par de games parejos, Cilic logró despegarse para llevarse el primer set con dos quiebres. Lo mejor de Edmund se vio en el segundo capítulo, en el que resistió con su saque y logró forzar el tie-break. Allí, sin embargo, el croata mostró autoridad para llevarse un set clave. En el tercer parcial, Cilic quebró pronto y ya no soltó la victoria.

“Me sentí muy bien. En el segundo set tuve algunos altibajos, pero logré mantenerme muy enfocado para jugar cada punto. El tie-break fue crucial”, analizó Cilic su triunfo en 2:18 horas de juego en el estadio Rod Laver.

“Pude ver que Kyle estaba algo limitado en sus movimientos, así que intenté mover la bola”, dijo sobre el británico nacido en Sudáfrica, que debió pedir atención médica tras el primer set. 

Con el triunfo, Cilic ascenderá la semana próxima al tercer lugar del ranking, la mejor posición de su carrera, detrás de Nadal y Federer. Además, con su pasaje a su tercera final de Grand Slam quedó a una de la marca de su compatriota Goran Ivanisevic, que ganó el título de Wimbledon en 2001 y fue subcampeón en el All England en 1992, 1994 y 1998. Cilic, asimismo, es el primer croata que llega a la final en Australia.

El domingo espera en la final por Federer o Chung, que jugaban un interesante duelo generacional. El suizo, de 36 años, va en busca de su vigésimo título de Grand Slam y su sexta corona en Melbourne, mientras que el surcoreano, de 21 años, quiere seguir sumando hitos en la mejor semana de su carrera. 

Cilic terminó entre lágrimas su encuentro ante Federer el año pasado en Wimbledon, donde se vio disminuido por unas ampollas en el pie. Hoy, sin embargo, aguarda con tranquilidad la posible revancha ante el suizo. “Tengo dos días de descanso ahora. Será una gran final el domingo”, prometió.