El mundo encendió las alarmas este martes tras conocerse que una investigación científica realizada en la Antártida por el buque Alexander Karpinsky, de la agencia rusa Rosgeo, descubrió la mayor reserva de petróleo del planeta. Según las estimaciones, equivale a 10 veces la producción de 50 años en el Mar del Norte, el doble de las existencias de Arabia Saudita, y a unas treinta Vaca Muerta.

Para la Argentina es una cuestión de suma relevancia, ya que el hallazgo ocurrió en la porción antártica comprendida por el Polo Sur hasta la Península Antártica y el Mar de Weddell, situado en el Territorio Antártico Argentino, donde también se encuentran significativas reservas de petróleo y gas recientemente identificadas. Esa franja antártica es reclamada por la Argentina, Chile y Reino Unido.

El Reino Unido reclama que el petróleo hallado forma parte de su territorio, aunque esa porción forma parte de una disputa con Argentina y Chile. (Imagen: captura de pantalla)

A raíz de su ubicación, el hallazgo se agregaría a la disputa ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por la soberanía de las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur.

La información, filtrada, fue revelada en una publicación del diario británico The Telegraph. Hasta ahora, no había sido confirmada por el gobierno de Rusia. Por el momento, el Gobierno de Javier Milei no emitió ningún comunicado ante la trascendencia de la noticia.

El Reino Unido, preocupado por las actividades de Rusia en la Antártida relacionadas a la exploración petrolífera. (Imagen: captura de pantalla)

Tratado Antártico: ¿Rusia violó el acuerdo de paz?

Las exploraciones en busca de hidrocarburos son moneda corriente desde hace décadas. Sin embargo, en la Antártida, estas actividades no están permitidas: en 1959 se firmó el Tratado Antártico, un compromiso que, a fin de preservar la paz, prohibe cualquier exploración y explotación de recursos de este tipo en el continente blanco. Este documento de cooperación científica --que entró en vigencia en 1961-- fue firmado por Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica y la entonces Unión Soviética. Además, siete de ellos, entre los que se cuenta la Argentina, reclaman partes para sí.

Tras el Tratado Antártico, el continente blanco se dividió en partes y quedó a disposición de investigaciones científicas. (Imagen: Cancillería Argentina)

Sin embargo, el descubrimiento del Reino Unido sobre las operaciones de Rusia en la zona austral del planeta generó desconfianza. Desde el país que lidera Vladimír Putín contestaron al subsecretario de Estado del Parlamento para las Américas y el Caribe británico, David Rutley, que sus actividades fueron con fines científicos y que respestan el Tratado Antártico.

La agencia rusa Rosgeo, que se dedica a la exploración de recursos minerales para su explotación comercial, fue establecida en 2011, y comprende 63 empresas. Hasta ahora llevan descubiertos más de 1.000 yacimientos de gas y oro, no sólo en la Antártida sino también en Asia, Europa, África y América Latina.

El sector de la Antártida en los que la Argentina tiene bases. (Imagen: Cancillería Argentina)

La Secretaría de Malvinas, que conduce la ex viceministra de Defensa, Paola Di Chiaro, reconoció ante una consulta de un medio periodístico que tratan de saber, a través de conversaciones con Rusia y Reino Unido, sobre el alcance de la información que tomó estado público, pero que aún no fue oficialmente confirmada.

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