Mientras se esperan los resultados de los peritajes técnicos y el encuadramiento formal de la investigación, la causa por el choque de trenes de la línea San Martín ya tiene a su primer querellante. Se trata de un pasajero que viajaba en la formación y que se presentó en el expediente para pedir, entre otros puntos, la declaración indagatoria del secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, y del ministro de Economía, Luis Caputo, a quienes acusa como responsables de abandonar "obras fundamentales para la seguridad". El Gobierno, por su parte, ya tomó partida y se posicionó del lado de la teoría del "error humano". 

Alan Emiliano Barroso se presentó este lunes en la causa a cargo del juez Julián Ercolini y del fiscal Carlos Rívolo. El hombre viajaba el viernes pasado en el tren que chocó a las 10.31 de la mañana y, según el escrito que presentó ante la Justicia, sufrió "politraumatismos, traumatismo lumbar y cervical" producto de la colisión. "Fui asistido por personal del SAME, donde me colocaron cuello ortopédico, pulsera amarilla y fui trasladado, inmovilizado en tabla hasta la ambulancia, para ser derivado al Hospital Fernández”, detalló el hombre. A diferencia del curso que parece ir tomando la investigación, centrada en principio en el accionar de los ferroviarios, Barroso no sólo apuntó a los maquinistas o auxiliares que intervinieron en el hecho, que ya están imputados, sino también "a los responsables de la explotación del servicio ferroviario perteneciente a la línea San Martín".

"Entendemos que existen obras abandonadas fundamentales para la seguridad operacional del tren en cuestión. Existe una verdadera causalidad entre la posible negligencia del maquinista y la desidia de los funcionarios públicos en parar licitaciones para el mantenimiento”, se lee en la presentación realizada por Barroso, representado por el abogado Gregorio Dalbón, que ya trabajó en un caso parecido en la causa por la Tragedia de Once.

Ese punto de la acusación está sustanciado principalmente en la falta de mantenimiento del sistema de señalización automático, que para el día del choque ya llevaba diez días corridos sin funcionar y meses de operación intermitente. La cuestión de los robos de cables no repuestos se agrava por la falta de vigilancia en las zonas de vías. Según pudo saber Página 12, la cantidad de empleados de seguridad se fue reduciendo fuertemente en los últimos meses, llegando a un mínimo que no da abasto para garantizar una vigilancia adecuada ante los robos. Así, los trabajadores ferroviarios venían operando el sistema de forma "manual", por escrito o por radio, sin señalamiento automático en los cinco kilómetros que unen a las estaciones Retiro y Palermo. 

Ese dato ya es una certeza para la Justicia, que de todos modos se centra en investigar el "error humano" en ese contexto. Aunque tanto los maquinistas como los auxiliares están imputados en la causa, el foco mayor apunta sobre los operarios responsables de dar el aval de "vía libre" a los maquinistas para avanzar. La formación del San Martín salió a las 10.20 de Retiro, se detuvo un momento a las 10.29 y retomó su marcha para chocar contra el furgón a las 10.31, sobre el puente que cruza la Avenida Figueroa Alcorta. 

En el audio interno que se conoció horas después de los hechos se escucha al maquinista decir que "nos notificaron en Ocampos", en referencia a una de las garitas de control, lo que daría a entender que el hombre contaba con la autorización para avanzar. La cuestión a resolver, entonces, radica en las circunstancias en que se produjo esa autorización, para lo que hay varias opciones: si los operarios no sabían que el furgón se encontraba sobre la misma vía, si lo sabían y olvidaron notificarlo, o si creyeron que ya se había retirado de la vía

Entre ese y otros puntos se centra el debate acerca de cómo debe ser caratulada finalmente la causa, algo que la Justicia todavía no resolvió. La figura de "estrago" ya está firme pero aún no se resolvió si será considerado "doloso" o "culposo". En su presentación, Barroso planteó que la figura a aplicar es la de “estrago culposo agravado por lesiones”. 

Además de pedir las indagatorias de Mogetta y Caputo, el escrito solicita informes sobre los robos de cables de los últimos dos meses y medio, si se destinó presupuesto para reponerlo, si había stock de repuesto y, en ese caso, por qué no se reemplazaron. También pide que el ministro de Economía presente en la causa un informe de las "partidas económicas enviadas para la circulación, seguridad, necesarias para el normal funcionamiento de la línea San Martín". En su cuenta de X, Dalbón aseguró que "está probado que hubo desfinanciamiento en las partidas que Caputo no puede desconocer".

Mientras tanto, la Justicia espera los resultados de los peritajes técnicos, algo que puede demorar varios días. Sin ir más lejos, la Junta de Seguridad en el Transporte ya notificó que el primer "informe básico" recién estará disponible siete días después del choque, mientras que el "informe preliminar" se publicará un mes después. El juez también ordenó el secuestro de los celulares de los imputados para buscar conversaciones o alguna otra información que pueda dar cuenta de lo que ocurrió ese día. Este lunes, en boca del vocero presidencial, Manuel Adorni, el Gobierno ya tomó posición sobre lo ocurrido: "Dejamos que la Justicia investigue y por supuesto que creemos que hubo un error humano", dijo el vocero, que en la misma conferencia anunció la declaración de "emergencia ferroviaria" (ver aparte). 

Trenes Argentinos informó, por su parte, que este lunes comenzaron las tareas para remover la locomotora del furgón, que todavía continúa sobre el puente, así como el trabajo de  "acondicionamiento del tendido de vías". "Tras despejar el lugar donde actualmente se encuentra la locomotora se podrá reconstruir ese tramo afectado. Una vez culminados los trabajos se deberán realizar los estudios pertinentes sobre la estructura del puente para reiniciar la circulación de manera segura", anunciaron. Todavía no se informó cuando volverá a llegar el tren a la estación Retiro. De momento, sigue operando hasta la estación Palermo.