En los últimos años, se ha observado un cambio acelerado en las culturas de las empresas, lo que ha llevado a los directivos a buscar nuevas formas de adaptarse y mantener la eficacia de sus organizaciones. Un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario trabaja en abordar esta complejidad cultural, llegando a la conclusión de que el crecimiento de una empresa no solo depende de aspectos económicos, sino también de consideraciones éticas, sociales y ambientales.

"A través de distintos proyectos recientes, comprobamos que las culturas organizacionales estaban cambiando con mayor frecuencia de lo que lo hacían antes. O sea, los cambios ahora son más acelerados", explicó la investigadora María Teresa Kóbila, quién está inserta en el mundo de la cultura organizacional desde hace más de 15 años. La cultura organizacional puede ser definida como el compendio de valores, reglas, procedimientos y principios que comparten todos los integrantes de una organización.

La profesional resaltó que la cultura organizacional siempre pasó por transformaciones y nunca fue inamovible pero "llevaba mucho tiempo hacerlo” aunque en el presente los cambios se dan mucho más rápido. "Esa fue la primera cuestión que nos llamó la atención. Por eso, decidimos comenzar a entrevistar a distintas empresas, proceso que no fue fácil porque en el medio tuvimos la pandemia, pero notamos esa aceleración en primer plano. Todos los directivos y gerentes de área con los que dialogamos nos confirmaron que en los últimos años, y sobre todo desde las medidas que se tuvieron que tomar por el COVID-19, se empezó a trabajar de otra manera sumando espacios de home office y distintas distribución de las tareas".

A partir de la detección de este cambio acelerado, directivos de distintas organizaciones fueron creando alternativas laborales para poder reconvertir esta cultura y que siga funcionando. Esos cambios culturales al principio fueron derivados del impacto que ocurría en el contexto. Los directivos que no podían aggiornarse a los cambios,  provocaron un serio problema a la gestión de las organizaciones.

El equipo de investigación, tomando nota de esta situación, comenzó a trabajar desde principios del año pasado en abordar la complejidad cultural de las organizaciones y las nuevas formas de gestión de las mismas. "A partir de ahí, comenzamos a recopilar mucha información y observamos que no solamente el crecimiento de una empresa u organización pasaba meramente por el aspecto económico, sino que también ese proceso debía ser acompañado por un crecimiento ético, social, sostenible e inclusivo. Es decir, la cuestión humana tenía mucha relevancia en estas nuevas formas".

De esta manera, surge una pregunta fundamental: ¿Es necesario reinventar a las organizaciones inspiradas en un desarrollo humano? Fueron haciendo entrevistas y ajustando los cuestionarios, siempre con la consigna de preguntar si era necesario reinventar a las organizaciones desde la construcción de una cultura más integradora.

El proyecto comenzó a principios del 2023 y está transitando el segundo año. "El año pasado estuvimos reuniendo mucha bibliografía y haciendo pruebas piloto en distintas organizaciones de diversos sectores, para tener una visión amplia del contexto. Encontramos que hay muchas empresas en los sectores de alimentos e indumentaria que están muy centradas en reconvertirse en organizaciones sustentables y sostenibles, con una gran impronta en fomentar el reciclado. También hay muchas empresas grandes que están en vía de integrar estas perspectivas, como organizaciones de salud o aseguradoras, que buscan ser más inclusivas y hacer un equilibrio entre tres dimensiones: lo económico, lo social y ambiental", remarcó la investigadora.

Un factor fundamental que propicia este cambio de estructura es la introducción de las nuevas generaciones a esos ámbitos laborales, quienes son las que impulsan acciones que respeten la sostenibilidad y el cuidado por el ambiente. Hay una mayor noción de las consecuencias de la contaminación y el no cuidado, y eso está muy presente en las nuevas generaciones. La cuestión social y cultural tampoco escapa de esto, y son los jóvenes quienes incorporan con más rapidez estas nociones.

La investigación toma a pequeñas, medianas y grandes empresas ya que busca "tener un pantallazo general" y en este contexto identificaron que son la mayoría de los emprendedores los que incorporan de manera más rápida estos cambios. 

La investigadora resaltó que muchas veces se confunden los términos sostenibilidad y sustentabilidad, ya que en ocasiones se toman como sinónimos pero en realidad no lo son: “Muchos autores encuadran lo sustentable cuando sólo se tienen en cuenta los recursos naturales, mientras que afirman que la sostenibilidad tiene en cuenta todos los procesos ya que buscan un cambio integral del medio ambiente, social, económico, político, cultural. Encontramos varios emprendedores en Rosario que estaban haciendo distintas cosas en relación a esto último, por lo que certificamos que no quedaba la idea solamente en una filosofía sino que era una práctica".

En la definición de desarrollo sustentable se pone mucho énfasis en el desarrollo social y esa es una de las claves para entender los cambios culturales. “Un problema grave que tenemos en nuestro país -señaló- se vincula con la toneladas de basura que se produce, un 15 por ciento aproximadamente es de plástico. Esa cuestión de buscar alternativas a este problema por parte de las organizaciones, como por ejemplo utilizar cucharitas que no sean de plástico, es vital para reducir el impacto social y ambiental. De esta manera, notamos un compromiso genuino con la realidad, vemos que hay un gran avance colectivo".

 

La investigadora certificó que se está fortaleciendo un camino que muchas organizaciones ya transitan y que otras están en proceso de adaptación: "¿Estamos ante un cambio de paradigma? Creo que hay que renovar el paradigma vigente. Todo proceso suele tener un periodo de transición, donde se van moldeando las bases. Estamos en el punto de inflexión y como los cambios hoy en día son más acelerados, no falta mucho para ver como sigue este aspecto”.