Un impactante accidente ferroviario ocurrió este viernes a las 10:31 de la mañana en Palermo, Buenos Aires. Un tren de la línea San Martín colisionó contra una locomotora sobre el viaducto de ese barrio y descarriló, a la altura de la avenida Alcorta. El saldo fue de 90 heridos, 53 de los cuales fueron trasladados a distintos hospitales. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales. Pocos minutos después del choque, comenzaron a circular videos filmados por pasajeros que relataban su experiencia.

Los minutos posteriores al choque estuvieron marcados por la confusión y el miedo entre los pasajeros. Una de las personas a bordo, compartió su testimonio en un video que rápidamente se viralizó. 

La persona que grabó el video caminaba por el pasillo del tren y capturó la escena del caos: varias personas heridas y en estado de shock esperaban ayuda mientras todavía estaban a bordo de la formación. Luego, al asomarse por la ventana, observó la devastación causada por el choque y reflexionó: "Amigo, se hizo mierda todo. Estamos vivos de milagro".

Christian Maidana, de 32 años, estaba en el tercer vagón cuando ocurrió el accidente y relató cómo el brusco frenado lo lanzó contra una barra de hierro: "Creí que el tren se caía del puente", señaló.

Otra pasajera, que prefirió mantener su identidad anónima, describió los momentos previos al impacto: "Antes del impacto paró el tren. Paró, hicimos muy poquito y ahí fue el choque, fue muy fuerte".

Estela, acompañada por su nieta de cinco años, describió el impacto en tres fases: "El primer golpe fue mucho más fuerte. El segundo se ve que es cuando se metieron las dos máquinas. El tercero fue cuando se salió el tren de las vías. Eso es lo que más nos asustó", sostuvo en diálogo con LA 750.

Por su parte, Juan Pablo Milano, de 28 años, compartió su experiencia de ayudar a los heridos antes de que llegaran las ambulancias. "Fue algo horrible, un susto", expresó en redes sociales, mientras recordó cómo asistió a personas con heridas mientras esperaban la llegada de los servicios de emergencia.

La suerte jugó un papel crucial para muchos de los pasajeros. Estela, por ejemplo, confesó que normalmente viajaba en el primer vagón, pero ese día, por pedido de su nieta, optaron por el último. Esto, aseguró, hizo la diferencia entre un golpe severo y solo un susto.

La incertidumbre aún rodea las causas exactas del accidente. Mientras tanto, los pasajeros intentan recuperarse del trauma vivido, agradeciendo estar vivos.

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