La Justicia Penal condenó a 7 años y medio de prisión a un hombre acusado de cometer reiterados hechos de desobediencia judicial, hostigamientos y amenazas contra su expareja. Omar Carranza llegó a juicio acusado por la fiscal Cecilia Cardinalli de cometer 270 hechos en contexto de violencia de género, "con la finalidad de amedrentar, atemorizar e intimidar a la víctima". 

Entre los delitos imputados, se le atribuyó un hecho del 13 de julio de 2021, a las 00.30, cuando fue a la casa de su expareja, por lo que ella debió presionar el botón de alerta que le fuera entregado por el Ministerio de Seguridad. También se le presentó otras dos veces, el 21 de septiembre de ese año, a las 16h; y el 5 de marzo de 2022, a las 20.15, tocando el timbre de la vivienda para que la mujer salga, por lo que la víctima debió llamar al 911.

Sumado a ello, desde el 8 de abril hasta el 31 de mayo de 2022 envió un total de 267 correos electrónicos a la victima, desde diversas casillas de correo electrónico, con la finalidad de amedrentar; atemorizar e intimidar a la víctima; y así lograr que, por el constante hostigamiento, accediera a retomar el contacto.

La jueza Paola Aguirre dictó la sentencia a 4 años y 6 meses de prisión, que se unificó con una pena que ya tenía, de julio de 2021, por lo que quedó unicada en 7 años y 6 meses de prisión efectiva por los delitos de desobediencia judicial (270 hechos), en concurso real con amenazas coactivas, en contexto de violencia de género. 

Ambos habían tenido una relación que duró 6 años aproximadamente. Durante ese tiempo, se dieron diferentes episodios de agresiones que provocaron que la víctima solicitará en diferentes oportunidades medidas de protección al Tribunal Colegiado de Familia, las cuales le eran otorgadas, también motivaron diferentes denuncias penales en contra del imputado.