Un hombre de 47 años logró salvar un ojo gracias a que recibió un transplante de córneas en el hospital de Alta Complejidad del Bicentenario de Esteban Echeverría.

Así esta intervención, que se logró a partir de la donación de una córnea que gestionó el Cucaiba, se convirtió en el primer trasplante que se llevó a cabo en ese establecimiento público bonaerense, según informó el Ministerio de Salud provincial.

El procedimiento que se realizó recibe el nombre técnico de "queratoplastía penetrante", y estuvo a cargo de los médicos especialistas Cayetano Masi, Martín Santalucía y Soledad Guillén, del servicio de Oftalmología del Departamento de Clínica Quirúrgica del hospital.

"La intervención se realizó de urgencia en un paciente que presentaba un absceso corneal severo, condición que comprometía gravemente su visión y calidad de vida", explicó Guillén, quien contó que el avanzado cuadro infeccioso del paciente se originó porque, a raíz de una severa miopía, utilizaba lentes de contacto, condición que predispone a un mayor riesgo de infecciones.

En el caso del paciente, lo que le provocó la infección fue una bacteria (pseudomonas aeruginosa) que se caracteriza por su rápida evolución y porque, con frecuencia, compromete el pronóstico visual del ojo, motivo por el cual es clave atenderlo a tiempo.

Incluso, si la atención no es oportuna, su avance puede poner en riesgo estructuras del sistema nervioso central.

La oftalmóloga Guillén destacó que la creación de la Red de Oftalmología de la Provincia, que se llevó a cabo durante la actual gestión, sumado al recurso humano capacitado y a una inversión histórica en equipamientos para fortalecer los servicios de oftalmología de los hospitales públicos de la provincia fueron claves para la atención y derivación oportuna del paciente.

"Mientras esperábamos la córnea que gestiona el Cucaiba  (Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de la Provincia) el paciente estuvo internado y medicado para que la infección no avance", contó Guillén, y explicó que en casos urgentes como éste es fundamental contar con todos los recursos necesarios para una intervención de alta complejidad justo cuando llega el órgano donado.

"Es un trabajo que exige poner en sintonía múltiples factores: por un lado, la disponibilidad de la córnea y, por otro, los y las profesionales idóneos para realizar el trasplante, además del equipamiento de alta complejidad", detalló Guillén.

Durante los próximos meses, el hombre continuará en evaluación y luego se le realizará una segunda operación que mejorará sus posibilidades visuales.