En Qatar 2022, el quinto Mundial de Lionel Messi, la Selección Argentina logró levantar la Copa del Mundo que se le había negado ocho años atrás, cuando dirigida por Alejandro Sabella perdió la final frente a Alemania en el Maracaná. A esa gran frustración se le sumaron dos finales de Copa América perdidas al hilo frente a Chile, ya con el Tata Martino, y los pasajes con más penas que gloria de Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli, hasta que Lionel Scaloni tomó las riendas a mediados de 2018. Cuatro años y medio de trabajo, de recomposiciones del equipo y del vínculo con los hinchas, dieron frutos: el primero fue la conquista de la Copa América 2021 frente a Brasil en el Maracaná; el segundo, la Copa del Mundo tras una final infartante frente a Francia, que terminó 3 a 3 y se definió a favor de la Scaloneta en los penales (4-2). Todos jugaron para Messi y el capitán argentino jugó para todos. Así la Selección les dio una inmensa alegría a los argentinos, que coparon las calles en los festejos y produjeron esa gran marea celeste y blanca.