Los pasados lunes 4 y el martes 5 de diciembre, por iniciativa del gobierno de Brasil que detentaba la presidencia pro tempore del bloque, se llevó a cabo de manera presencial después de siete años, la Cumbre Social del Mercosur. Fueron convocadas organizaciones sociales, campesinas, sindicales, de pueblos originarios y afrodescendientes, referentes de géneros y diversidades. El objetivo del encuentro es fomentar la participación y el diálogo entre organizaciones y movimientos sociales de los Estados parte, asociados y en proceso de adhesión, y consolidar una declaración final y un documento con propuestas emanadas de las organizaciones, a ser presentado ante los jefes de Estado del bloque.

En la ceremonia de apertura de la Cumbre Social del día lunes, estuvieron presentes Ministros del gobierno federal de Brasil como Anielle Franco y Gilda Gonçalves; funcionarios estaduales y locales y representantes del Mercosur. Por la tarde de ese mismo día, se estructuraron mesas de trabajo en torno a cinco ejes temáticos: Derecho a trabajar con derechos, combate al hambre y la pobreza, ciudadanía y derechos humanos, desarrollo y medio ambiente y fortalecimiento de la participación social en el bloque Mercosur. Al finalizar el día, se establecieron una serie de puntos en común, producto de los intercambios entre líderes de organizaciones sociales de toda la región.

Las intervenciones de apertura del lunes y los acuerdos previos sobre los temas a debatir daban la pauta del nuevo impulso que se busca dar a un espacio que estuvo, por distintas razones, frenado en los últimos años. La Ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco señaló en su alocución:

“Son los intercambios entre gobierno y sociedad los que consolidan el proceso de integración y el carácter regional los que son vitales para Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con poblaciones que experimentan desafíos y necesidades tan parecidas”

Sin dudas, la participación de las organizaciones de la sociedad civil fue muy destacada. En la misma ceremonia de apertura, Maria Fernanda Coelho, Ministra sustituta de la Secretaría General de Presidencia de República, manifestó que había en el evento más de 300 participantes entre representantes de la sociedad civil y de los distintos Estados miembro. Aline Costa, referente de la Coalición Negra por los Derechos, señaló en su intervención:

“Creo que esta cumbre tiene el papel de refrendar la democracia de nuestros países y permitir a los gobiernos construir planes y acciones para la región desde la perspectiva de los pueblos”.

Por su parte, la Coordinadora Nacional del Movimiento de Trabajadores Sin Techo de Río de Janeiro, Gláucia Nascimento, también manifestó la necesidad de participación en el ámbito del Mercosur:

“Estuvimos mucho tiempo sin poder hablar, pero ahora que hablamos queremos que la gente realmente nos escuche y haga lo que necesitamos”.

Mesa de Trabajo "Derechos humanos y ciudadania". Imagen: IPPDH

El día martes también hubo deliberaciones en torno a la participación social para la democracia, ciudadanía e integración y se comenzaron a delinear las conclusiones. Cuatro representantes de la sociedad civil de cada uno de los países miembro, fueron seleccionados para entregar el mensaje a los presidentes en el marco de la Cumbre de Líderes. El representante por la Argentina fue Federico Pita, presidente de la Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR), organización nucleada en la Federación Nacional de Organizaciones Afroargentinas, y que a nivel continental es parte de la Articulación Regional de Afrodescendientes de las Américas y el Caribe (ARAAC).

Como representante de la sociedad civil por Argentina, Pita expuso las conclusiones en torno a los ejes vinculados a derechos humanos y ciudadanía ante la Cumbre de Líderes, con la presencia de los presidentes de Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. En ellas se reafirmó al Mercosur como un territorio de paz y se hizo lugar a tres grandes propuestas. La primera relacionada a un mecanismo de protección de activistas de derechos humanos de la región, ante el incremento de la violencia en varios países. La segunda sobre la ratificación del acuerdo de Escazú sobre el cuidado del medio ambiente y, finalmente, la creación de un Fondo de Reparación Histórica:

“Proponemos que el Mercosur lidere la campaña para la creación de un Fondo de Reparación Histórica para las poblaciones que sufrieron y sufren las consecuencias del colonialismo y la trata transatlántica de personas esclavizadas, crímenes de lesa humanidad, como compromiso para desmantelar las desigualdades históricas que afectan a nuestros pueblos originarios y comunidades afrodescendientes”.

Al concluir la Cumbre de Líderes, la presidencia pro tempore, actualmente a cargo del gobierno paraguayo en cabeza de su presidente Santiago Peña, se comprometió a llevar a cabo la próxima Cumbre Social de manera presencial a finales del primer semestre de 2024. Esta nueva convocatoria se presenta como una oportunidad para continuar fortaleciendo la participación en los procesos de rendición de cuentas y transparencia gubernamental dentro del bloque. El objetivo central sigue siendo abordar las desigualdades estructurales que persisten en la región, considerada como la más desigual del planeta.