Cuentan las buenas lenguas que todo comenzó a mediado de los 90, un día en el cual el actor y cantante Marcelo Gamarra, a la salida de un ensayo, se cruzó con el poeta y artista visual Miguel Ángel Lens (1951-2011) en el Centro Cultural Rojas, bastión del arte, la contracultura y la efervescencia creativa de aquellos años. Lens, que ya lo había conocido personalmente a Gamarra en una fiesta unos días antes, tomó uno de los dos ejemplares de su nuevo libro que llevaba consigo y se lo regaló, acompañando el obsequio con un vaticinio: "Creo que con estos poemas podés hacer algo en teatro". 

Esa frase persistió latente como una misión pendiente en la extensa carrera teatral de Gamarra hasta el día de hoy. Quienes conocieron al multifacético Miguel Ángel Lens o quienes leyeron apasionadamente su obra, sabrán de primera mano que su personalidad era como una suerte de inmenso imán que atraía irremediablemente a cualquier persona que se le acercara y deseara una genuina experimentación de libertad y deseo. Así fue que, performances y unipersonales de por medio, pasaron unos años hasta que Gamarra decidió entrar de lleno al teatro para cumplir su encomienda con aquel libro, en una pieza teatral que estrenó ahora bajo el nombre de Nocturnal

La obra, que se puede ver en el espacio Artesón, está musicalizada por un piano en vivo en un espacio a media luz, en donde les espectadores se ubican a lo largo y ancho de la sala, vino tinto en mano, para acompañar la presencia imponente de Marcelo Gamarra, enfundado en ropas negras que, fundido con el entorno claroscuro, entona los poemas de Lens para crear una odisea teatral, poética y musical que desestructura, como su poesía, la forma de ver, sentir y relacionarse con las letras, la noche y con el teatro

Dirigida por Daniel Godoy con la producción de la Compañía Teatral Quinto Piso, las historias se plantan en el cuerpo y la voz de su protagonista, acompañado de un intermitente antagonista/amante interpretado por Mariano Zega y Fabián Olmedo, compenetrado en las teclas blancas y negras. Así resurgen los poemas de Miguel Ángel Lens, cobrando vida y formas en constante mutación mediante un concierto teatral, una performance musical que inunda la sala de tango queer, de noches misteriosas y excitantes en peligrosas teteras, botella siempre en mano y con la imagen de Garufa como estampita y guía.

Así se plasma el recorrido que comenzó con una muestra que hizo el autor de esta obra en los años 90 a modo de prueba, mientras estudiaba en el Sindicato de Músicos, tal como lo cuenta a este suplemento: “Esa fue la primera vez que hice textos de Lens en escena, y al año siguiente fue el unipersonal con poemas de su libro Los poemas de Jimmy Barret (el sureño). Los poemas de Arolá siempre volvían a mi memoria y tenía la idea de hacer otro espectáculo, pero son poemas epigramáticos cortos. Después de la muerte de Miguel Ángel sus amigos Horacio Menú y Néstor Latrónico editaron Barril de lluvia, en el que hay seis libros inéditos, y me invitaron a hacer una performance para la presentación en la Legislatura Porteña, que llamé “Victrola Purpurina” y que tiene poemas de distintos libros de ese volumen. En ese libro está “Noches de Luna” y “Garufa”, que retoma todo el universo del tango, la noche y el amor a Garufa. Muchos de los poemas me parecieron adecuados para ampliar ese encuentro inolvidable, para contarlo y también para que apareciera Garufa, porque no quería hacer otro unipersonal”. 

Así, entre besos ardientes, forcejeos sensuales y calenturas nocturnas se crea este universo teatral con el espíritu inquieto de Miguel Ángel, que nos hace saber con su pluma ardiente la configuración de su propio mundo, habitado por chongos sudados, taxi boys sin tapujos, baldíos del yire y dioses sexualizados "por los andenes desiertos del deseo".

Tal como ocurrió con varias experiencias en el marco de la pandemia y el aislamiento, Marcelo dedicó parte de ese tiempo a concretar la recta final del espectáculo que hoy se encuentra en cartelera, sumándole una fuerte impronta musical, con ecos de compositores como Charly García, Fito Páez, Emanuel del Real y Luis Alberto Spinetta, que su autor viene trabajando desde hace un buen tiempo: “Pandemia mediante, pude armar un primer boceto al que le fui agregando las canciones porque quería que la música también contara la historia, con autores que no fueran del tango pero que tuvieran esa inspiración y que Buenos Aires estuviera muy presente. Este trabajo lo hice en solitario a través de los años, pero el año pasado le ofrecí hacer la puesta en escena a Daniel Godoy y a Fabián Olmedo la dirección musical, que le dieron forma al espectáculo”. Con una primera temporada de pocas funciones, Nocturnal es una referencia impostergable para quienes aman el teatro, la noche, la música y la infinita expansión presente en la obra de la Lens.

Sábados a las 19:30 en Paraje Artesón, Palestina 919 timbre 2.