En 1979, los estudios Sunrise de Japón estrenaron el animé Mobile Suit Gundam, donde se cuenta la guerra de liberación entre el Principado de Zeon y la Federación Terrestre. Las armas principales con las cuales se libera esta guerra independentista no son otras que robots gigantes también conocidos como mechas y pronunciados en castellano como mecas. Ese animé, dirigido por Yoshiyuki Tomino, dio origen a una de las franquicias más exitosas de toda la cultura nipona.

Pese a que la idea de "franquicia" no deja de resultar un poco despectiva -es el mismo sustantivo que se usa para describir cadenas de comidas rápidas-, también explica muy bien en lo que se convirtió Gundam: manga (historieta japonesa), cantidades inagotables de animé (series animadas japonesas), películas, videojuegos, merchandising variado, juguetes y, además, modelos para armar. Sí, robots miniaturas que son modelos de ficticios robots gigantes. Oh, la ironía.

Gundam es una de las franquicias, sino la franquicia, más respetada, consumida y exitosa dentro de Japón. El modelo original del primer "Mobile Suit" es uno de los íconos más reconocibles de la cultura japonesa: el RX-78-2 que aunque nunca supiste su nombre, seguro que al menos una vez en la vida lo viste en algún lado. La figura original del robot humanoide con casco blanco, pecho azul, torso rojo y detalles amarillos es reconocible pese a nunca haber visto ninguna serie. Gundam es un ícono de Japón, como lo son Mazinger, Doraemon, el Eva 01 y Goku.

► Gunplas y Gundams

Gran parte de la trascendencia de Gundam es producto de sus series animadas, pero también se debe al éxito de los "Gunpla", los modelos armables de cada robot de la franquicia, de plástico encastrable y en diferentes escalas. El suceso comercial de los Gunpla creó toda una línea de coleccionables en sí misma, campeonatos de montaje, una subcultura en YouTube sobre armado y pintura de modelos y animés sobre pelea de Gunplas -he aquí el rizo de retroalimentación completo-.

Y, como si fuera poco, también tres estatuas conmemorativas en tamaño real. La última en ser construida, en la ciudad de Yokohama, dentro de la fábrica de los Gunplas, mide 18 metros y se mueve.

Gundam es un sucesor directo de animés como Tetsujin 28-gō (conocida en latinoamérica como Gigantor) y Mazinger, que constituyeron la primera generación de mechas. Pero a diferencia del enfoque más simplón de sus antecesores, Gundam introdujo una serie de novedades que hicieron al género explorar nuevos terrenos narrativos.

Este subgénero del animé de robots gigantes es conocido como "Real Robot", dado que los modelos intentan emular armas de guerra más que suponer una concepción fantasiosa de las máquinas. Y donde, además, se aprovecha este acercamiento realista a la guerra para explorar todas las dimensiones posibles de la tragedia.

A lo largo de los años, además de Mobile Suit Gundam, series como Zeta Gundam, Gundam Wing o Gundam Unicorn mantuvieron la popularidad de la franquicia. Quienes quieran interiorizarse en los pormenores de cada serie y las diferentes líneas temporales que los constituyen, pueden ver este excelente video que lo explica todo.

Una generosa cantidad de estas series están en las plataformas de streaming más populares. Para quienes nunca hayan visto nada de Gundam, también hay una miniserie de 1989 que se puede ver en YouTube, titulada Gundam 0080: War in the Pocket, que recorre toda la potencia dramática del universo, tematiza el fetiche con la guerra y cuenta todo desde el punto de vista de un niño de 8 años que queda atrapado entre las facciones combatientes. Una joya de apenas seis episodios.

► SD Gundam: Battle Alliance

Pero además Gundam tiene un enorme universo de videojuegos, y este mes Bandai Namco tuvo el lanzamiento de SD Gundam Battle Alliance, un RPG que permite luchar con muchas de las armaduras del universo Gundam, subir niveles y desarrollar habilidades en las unidades (como buen RPG), y combatir en escenarios limitados contra las fuerzas enemigas. Todo esto con una salvedad: los personajes están diseñados en la modalidad SD, super deformed, que es un subgénero en sí mismo y representa a todas las armaduras con un formato de cabeza enorme y caricaturesco.

El juego es bastante entretenido y consiste en un permanente hack and slash donde todo el truco está en conectar la mayor cantidad posible de combos a los mechas enemigos con ataques cuerpo a cuerpo, de rango y movimientos "finales especiales". Luego de algunas horas, las mecánicas se ponen un poco repetitivas, pero el apartado gráfico, el universo y la jugabilidad son bastante decentes. Con el avance de las misiones iniciales, la party aumenta a tres personajes que se pueden levelear, y también es posible elegir pilotos aliados con los que combear poderes. De ahí el Battle Alliance del título.

La trama del juego es un poco enroscada, pero divertida. Básicamente, el personaje está en una suerte de estación espacial que lleva el registro histórico de todas las líneas temporales del universo Gundam, pero resulta que ese archivo es interactivo, y parece que las intervenciones del jugador modifican la historia. Las líneas se cruzan, aparecen Armaduras del futuro en el pasado y la misión es normalizar el archivo histórico, recreando las batallas principales de cada momento histórico de la franquicia.

El juego cuesta cerca de 60 dólares en Steam y también está disponible para PS4 y Nintendo Switch. El precio es un poco elevado para la oferta del juego, que luego de unas horas es más de lo mismo: batallas en escenarios limitados, combos, subir de nivel, repetir hasta el cansancio. Por eso, no está nada mal esperar a alguna semana de descuentos para comprarlo a precio promocional. En ese caso, la inversión estaría totalmente justificada.

Es que para quienes nunca jugaron algo de la franquicia es un inicio excelente que permite sacarse las ganas de meter piña con los mobile suit. Y para conocedores, el juego permite revivir algunas famosas escenas de combate utilizando las armaduras de la Federación, del Principado, de los Zakus e inclusive el mismísimo Gundam RX-78-2.