Isabel Sarli fue, sin dudas, una de las mujeres más atractivas de la historia del cine. Sus películas, entre inclasificables e insostenibles, tenían sin embargo el cautivante encanto de lo bizarro. Con un erotismo atrevido para la época, pero naif visto desde el presente, era un cine que trabajaba sobre una suerte de abstracto narrativo. Desprovistas de tiempo y lugar, se relataban historias al interior del mundo popular, y a diferencia del porno desplegaban una peripecia y entregan una suerte de moraleja. Herencia compleja de una figura a quien le entregamos un humilde homenaje.

*Filósofo.