Desde Managua
“Si avanzaron es porque hay indicios. Yo tengo experiencia como fiscal y sé que el curso de la investigación significa que hay motivos”, asegura, en Managua, la abogada de Thelma Fardín en Nicaragua, Eilyn Margarita Cruz Rojas. Ella tiene una maestría en Derecho Penal. Pero además, fue fiscal durante trece años. Trabajó en Jinotega, al norte del país, durante ocho años y durante cuatro años fue fiscal en la Unidad Especializada en Delitos contra la Violencia de Género, de 2013 a 2017, cuando renunció. El 25 de diciembre del año pasado estaba pasando Navidad en El Salvador y la convocaron a que lleve adelante la denuncia de Thelma en Nicaragua. 

La primera abogada, Wendy Flores, del Centro Nicaraguense de Derechos Humanos (Cenidh) tuvo que exiliarse en Costa Rica cuando el gobierno le quitó la personería jurídica al organismo de derechos humanos el 12 de diciembre. Ella resalta desde Centroamérica: “La acompañamos al Ministerio Público y le dieron prioridad por el tiempo que tenía para estar en el país. Los peritajes en el Instituto de Medicina Legal fueron muy rápidos. Las evaluaciones físicas se hacen inmediatamente, pero a las psicológicas se les pone cita. Y la denuncia fue tomada en circunstancias especiales porque se trata de un caso grave. La fiscal hizo su trabajo y las preguntas que tenía que hacer para poder llegar a una posible acusación”. 

El 4 de diciembre de 2018 Thelma Fardín realizó una denuncia ante el Ministerio Público de Nicaragua por violación. El 8 de diciembre la Embajada argentina en Managua certificó la denuncia y remitió una copia al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina. El 11 de diciembre se difundió, en el Multiteatro, junto a Actrices Argentinas, un video de ella contando lo que vivió cuando tenía 16 años e integraba el elenco de Patito Feo, por parte del actor Juan Darthes, de 45 años, durante una gira del elenco en Managua. 

–Yo le digo que no, le digo que no. El sigue y me toca, relató Thelma Fardín, en una entrevista con Las/12. 

Sin embargo, el viernes 24 de mayo el abogado Fernando Burlando giró su discurso y pasó de la desmentida a la descalificación y dijo “lo que esgrime Fardín es que existió algo, una relación (...) pero que por su propio relato no vemos una categórica y clara negativa”, en América Tv. Mientras que en el programa Va de vuelta, de Romina Manguel, en Radio Nacional, aludió a “ausencia de rechazo” y relativizó la consigna “no es no” con la justificación: “Hay no que son sí y no que son no”. 

“¿Cómo pueden decirnos andá a la Justicia´ como si fuera lo mismo que ir a la verdulería? ¿Saben todo lo que tenemos que atravesar, aun cuando tenemos la posibilidad de hacerlo, porque nuestra denuncia no prescribió? Aproximadamente el 97 por ciento de las denuncias de mujeres por violación no prosperan”, escribió Thelma Fardín en el libro El arte de no callar. Autobiografía entre el silencio y la impunidad, de Editorial Planeta, en el que apunta: “El cuerpo lo seguimos poniendo nosotras. Porque, en realidad, no nos garantizan nada”. 

El 10 de enero de 2019 Eilyn Cruz Rojas pidió a la Dirección General de Migraciones que acredite el paso del denunciado en el país y el registro del hotel donde estuvieron hospedados (Holiday Inn) en la gira de Patito Feo en Managua, en mayo de 2009. El viernes pasado, el abogado de Darthes en Nicaragua, César Guevara, presentó un escrito en el que alega la “inexistencia del delito”, según una nota publicada en Infobae. Además se dice que la causa está paralizada. Sin embargo, la parálisis de la investigación no es real. Se avanzó en que la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), a cargo de la Fiscal Mariela Labozetta, pueda tomar testimonio a diferentes testigos/as residentes en Buenos Aires. 

A su vez, Burlando argumentó: “Juan ni siquiera se va a presentar (a declarar) porque no es necesario que se presente (…). Por los dichos de la denunciante entendemos que no estaría configurado el delito de violación”. En contrapartida, Eilyn Margarita Cruz Rojas apunta: “Sería ilógico que pidan una citatoria porque jamás se cita a un violador. Si él lo pide voluntariamente puede venir a declarar. O si de manera extraordinaria lo citan. Pero no creo que él venga. Lo que declare no es utilizado como prueba”. 

Intentan decir que no hubo movimientos en la causa. ¿Hubo avances?

–El caso se está tramitando y se le está dando trámite a los testigos de parte de Thelma. El proceso está llevando su curso. La prueba va a venir desde Argentina a Nicaragua. La Fiscal General Ana Julia Guido mandó la solicitud a la Argentina pidiendo testimonios. Fue un buen signo que la Argentina pueda tomar intervención. 

¿Qué pruebas ya existen en Nicaragua?

–Acá está la denuncia de Thelma y pruebas periciales psicológicas, médicas. Además les pedimos inspecciones oculares. Es un caso fuera de lo común. La fiscal Sandra Dinarte tardó dos meses en contestar un correo y dijo que iba a llevar un tiempo. Pero la prueba se está recopilando. 

¿El delito no está prescripto?

–No, para nada. La prescripción de la acción penal es a los quince años cuando la pena sea de más de diez años o menos de quince. A mi criterio es violación agravada porque hay una situación de confianza (no era un extraño para ella) y de superioridad, y la pena oscila entre doce y quince años. O sea que prescribe a los quince años. Los hechos ocurrieron en 2009, cuando Thelma tenía 16 años, y se denunciaron en 2018, nueve años después. Es un delito vigente según el Código Penal de Nicaragua. 

¿Cuál es el rasgo de posibilidades que puede pasar con la causa?

–El arco de posibilidades es que la Fiscalía dicte una resolución administrativa por falta de mérito y considere que no existen suficientes elementos de prueba para acusar. La otra opción es que la Fiscalía ejerza la acción penal y presente la acusación en un juzgado de distrito penal de audiencias pero no en uno especializado porque entra en la Justicia penal común, porque la nueva Ley Integral (779) entró en vigencia en 2012. Y que pidan una orden de captura a través de Interpol. ¿Dónde está Darthes? Si está en Brasil no lo van a entregar. Entiendo que él tiene nacionalidad brasileña y no hay convenio de extradición. Pero sí se puede tomar en cuenta la declaración de ella, los testigos, las peritas, las psicólogas y acusar. Para acusarlo de violación basta con reunir todas las pruebas. Pueden acusar ante un juzgado y pedir la orden de captura. Eso puede pasar aunque esté en Brasil, Argentina o Chile. Aunque no se va a poder procesarlo si no está en Nicaragua.

¿Es poco probable que termine preso?

–Sí, al menos que esté en otro país. Lo que puede pasar es que se haga la acusación. Pero la sentencia no se puede dar si él no está preso, porque no se puede juzgar en ausencia. Y la forma de capturarlo es que esté en un tercer país que no sea ni Brasil ni Argentina porque supongo que Argentina tampoco lo va a entregar. El Código de Nicaragua establece que si víctima y victimario son de Nicaragua, aunque sean en territorio extranjero, puede ser juzgado en la Capital de la República. Si la Argentina hubiera tenido ese principio hubiera sido maravilloso, porque hubiera sido investigado en Nicaragua y tramitado en la Argentina. Pero esa es una debilidad del Código Penal de la Argentina. 

¿Cómo evaluás la causa con tu experiencia como fiscal?

–En mi experiencia, si la psicóloga concluye que el relato no es creíble o hay que ir a una junta porque hay contradicciones, no estuvieran ampliando la investigación en Argentina, o dictar la falta de mérito. Los avances en la causa implican que hay indicios.