El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró ayer una emergencia nacional para financiar la construcción del muro fronterizo con México. De inmediato los líderes del Partido Demócrata dijeron que la nueva medida es ilegal.  

Después de dos años de choques con un Congreso reticente a ayudarlo a cumplir su promesa electoral estrella, Trump decidió sortear al poder legislativo y emitir esa declaración de emergencia que le permite acceder temporalmente a una potestad especial para hacer frente a una crisis. “Estamos hablando de una invasión de nuestro país con drogas, con narcotraficantes, con todo tipo de criminales y de pandillas, lo que supone una emergencia nacional”, defendió Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Al activar esa medida, Trump pretende reunir casi 8.000 millones de dólares para erigir unos 376 kilómetros de una barrera fronteriza que estaría formada por postes de acero y no sería, por tanto, un muro de hormigón, según afirmó la Casa Blanca. “Tenemos la oportunidad de acercarnos a 8.000 millones de dólares, y con eso vamos a construir mucho muro”, prometió Trump. De esa cantidad, 1.375 millones vendrán de la ley presupuestaria aprobada por el Congreso y recién firmada por Trump. Y la búsqueda de los restantes 6.600 millones son los que habilita la ley de emergencia y que la administración los desviará de las partidas presupuestarias ya aprobadas por el Pentágono y el Departamento del Tesoro. 

Al finalizar Trump reconoció que su decisión desencadenará una batalla judicial. “Lo que pasará, tristemente, es que nos demandarán. Pero ganaremos, subrayó. “La declaración ilegal del presidente respecto a una crisis que no existe violenta gravemente nuestra Constitución y hace que Estados Unidos sea menos seguro”, señalaron en un comunicado conjunto la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. Los dos legisladores argumentaron que recurrir a fondos del Departamento de Defensa urgentemente necesitados debilita a las Fuerzas Armadas y, consecuentemente, al país.